América, la última frontera en la época antigua; el
nuevo mundo cuna de decenas de civilizaciones que proclamaron estas
tierras como suyas. Una de las zonas con mayor fortaleza militar,
económica e intelectual se encontraba en la zona que hoy conocemos como
América Central.
Históricamente México era parte de Mesoamérica,
cuna de culturas como la Maya y Mexica. Esa riqueza de la zona
alimentaria e intelectual se reflejo en el desarrollo del maíz; la plata
base de la cultura Mexica que se obtuvo durante decenas de años
mediante la selección y cruza de las diferentes razas de mazorcas
naturales, eso con la finalidad de mejorar los granos y las plantas en
general, una teoría que a pesar de todo fue adjudicada a Gregor Mendel
(casi 4 siglos después).
La importancia de esta planta era tal, que los
Mexicas declaraban ser el pueblo del maíz. Así cuando los europeos
descubrieron tan noble y bella planta no dudaron en adaptarla para su
propio consumo al punto que en las sociedades modernas existen una gran
cantidad de productos cuya producción se basa en el maíz, productos tan
impensables como lo puede ser la salsa cátsup, hasta helados y
refrescos.
Tan útil se ha vuelto esta planta en el mundo, que
se usa inclusive para generar bio-combustibles y se presenta hoy en día
como una gran alternativa para reducir nuestro consumo de combustibles
fósiles.
México, la cuna histórica y endémica del maíz,
donde existen aun hoy en día decenas de diferentes razas y variaciones;
se encuentra en una encrucijada, al igual que todo el mundo. El maíz es
una planta bellísima, pero como todo en la naturaleza posee limites en
términos de producción. Día a día sin embargo junto con la población, la
demanda de productos a base de maíz se incrementa y aunado con la
concentración de personas en las grandes ciudades, los agricultores ya
no son capaces de darse abasto con la demanda.
El campo en México esta en peligro, no solo por la
demanda que no logra cumplir, si no por el mínimo apoyo del gobierno que
no parece deseoso de ayudar al sector del que dependemos directamente:
la alimentación. Prefieren traer productos como el maíz de otros países;
penosamente, nosotros, los que deberíamos ser los defensores de la
biodiversidad del maíz (para empezar) y de seguir produciéndolo como los
lideres, somos quienes dependemos del mercado exterior para cumplir con
nuestra demanda (al igual que con productos que derivan del petróleo
por ejemplo).
Y en medio de toda esta demagogia y teoría
económica acerca del mejoramiento del campo y el futuro de la
agricultura en nuestro país se aparece el diablo, con contrato en mano
para comprar nuestra alma, con promesas de solvencia, con promesas de
éxito: Monsanto.
No es la primera vez que un servidor escribe en
contra de esa compañía que antaño se dedicaba a diseñar venenos, como el
“agente naranja” que fue utilizado para matar personas en Vietnam y aun
hoy en día sigue matándolas, pero déjenme recordarlos una vez mas.
Monsanto lleva años procurando que su producto
estrella, el maíz transgénico “round-up ready” sea comercializado en
todo el mundo y con esto controlar literalmente la producción
alimentaria en todo el mundo.
Es una verdadera pena, que sea el hoy en día país
mas poderoso de Occidente el principal impulsor de estas políticas
alimentarias y sus ciudadanos sean los que terminen alimentándose de
estas sustancias, algunas de las mas peligrosas que producen empresas
como Monsanto.
¿Por qué me atrevo a atacar tanto las políticas
agricultoras de Monsanto? Por investigaciones que hace años de igual
forma patrocina y elabora la UNAM para asegurar el consumo de la
variedad genéticamente modificada, que hasta ahora ha mostrado ser
peligrosa para la salud (mostrado ya en diferentes artículos que se han
publicado).
La vida humana como la conocemos hoy en día se
encuentra en grave peligro con la introducción de esta clase de
productos en la alimentación que (no nos engañemos) ya comienza a ser
utilizado por las empresas alimenticias de nuestra nación. Quizás sea
esa la razón de todas las manifestaciones a través del mundo y México;
lo penoso de nuestra nación es que como siempre, los medios controlan la
opinión publica y si en Televisa no aparece un reportaje del veneno que
representa Monsanto, la población en general jamás se enterara y obvio
no pondrá cartas en el asunto.
Por eso, hoy celebro y apoyo todas las
movilizaciones en contra de la introducción de las plantaciones de
Monsanto (de las cuales ya ahí de prueba en el norte del país). Acciones
como las emprendidas por Greenpeace y otras asociaciones civiles;
campañas como “En defensa del maíz” o lo que el día de hoy podemos ver
en el Distrito Federal con el “Carnaval del maíz”.
Mexicanos, estamos listos para rendirnos en esta
lucha contra la trasnacional y los políticos que apoyan su introducción.
¿Estamos listos para perder la independencia agricultora y perder el
derecho que como cuna genética del maíz aun poseemos? ¿Estamos listos
para permitir que una sola empresa controle lo que comemos? ¿Estamos
listos para dejar que una empresa sea capaz de patentar la vida?
No, no y no… ¡No estamos listos y ojala jamás lo estemos!
Levántate México y a luchar por otra forma de agricultura, a luchar por la salud y por que no, por el bien del planeta.
Saludos a todos.
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Sísifo
@adrian_l_m
Fuente: el5poder
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