AudioTexto Aqui
El engaño atómico.
¡Qué
fácil era la vida cuando las leyes de Newton eran universales! Hasta el
siglo XX toda teoría física, por muy diversa que fuera de otra, se
basaba en algo simple que todas tienen un común: la materia existe. Este
ordenado mundo material lo desordenó Max Planck con la teoría cuántica,
que en el siglo XX causó revuelo y se entrometió, no sólo en la
ciencia, sino en la filosofía y la religión.
Durante
mucho tiempo se visualizó al átomo como una especie de pequeño sistema
solar, con un núcleo formado de protones y neutrones, alrededor del cual
giraban, cual planetas en órbita, los electrones. Pero Planck descubrió
dos cosas:
1) Los electrones, a pesar de tener velocidad y movimiento, no tienen órbita que rija su movimiento.
2) En cualquier momento, el
electrón recibe más carga y sin previo aviso sale de su supuesta
“órbita” y entra a otra con diferente velocidad y movimiento; ese brinco
es inexplicable y la nueva órbita incognoscible. A eso le llamamos
salto cuántico.
Más adelante se
fueron descubriendo más cosas; la más importante de todas, que la
materia no existe, sólo es energía compactada, o algo a lo que podemos
llamar Materiaenergía. Tradicionalmente se pensaba que el átomo
era la partícula más pequeña de materia y que era indivisible; luego se
descubrieron partículas más pequeñas; los electrones, protones y
neutrones, y se presumieron como indivisibles también; la más pequeña
porción de materia.
Hoy sabemos que estos componentes del átomo también son divisibles en fragmentos más pequeños que reciben el nombre
de “quarks”; y si estos se dividen tenemos energía pura. Conclusión: la
materia no existe, todo lo que hay es energía con diversos niveles de
condensación y vibración que nuestros sentidos interpretan como
materia…, lo que nos devuelve unos 2.500 años en el pasado, cuando
Platón ya decía que el mundo material era un engaño de los sentidos.
De
hecho se descubrió que tan sólo el 0.0000000001% del átomo es aparente
materia (y por lo tanto energía), pero el espacio restante del átomo que
es de 99.9999999999% es total y absoluto espacio…, el átomo es
esencialmente nada, y lo poco del átomo que es algo, no es otra cosa que
bloques de energía llamados “quantum”.
Así
pues, TODO, absolutamente TODO es energía, y nuestro mundo es lo que
llamamos una ilusión cuántica percibida por la velocidad de percepción
de nuestros sentidos. Por ejemplo, el oído humano es capaz de escuchar
sonidos de vibraciones entre 16 y 16,000 hertz; un sonido por debajo o
por encima de ese umbral no lo escucharemos, pero no quiere decir que no
exista, y el mejor ejemplo son los silbatos para perros, cuyo oído esta
capacitado para recibir vibraciones más agudas y es por eso que
escuchan un ruido estridente ahí donde el humano no oye nada.
Si
bajo este esquema nos preguntamos el origen del universo, tenemos que
la energía ha existido siempre y estamos de nuevo sin un principio, y
nuestra limitada mente es incapaz de comprender, siquiera concebir el
concepto “desde siempre”, pero esa es, lamentablemente, la respuesta; la
energía siempre ha estado ahí y sólo se ha estado transformando.
De
las consecuencias filosófico-religiosas de esta teoría es mejor ni
hablar pues no acabaríamos nunca. Sólo dejo dos interrogantes para las
mentes inquietas.
1) Si todo es
energía en todo el universo y la energía es finalmente igual entre si,
¿qué es el alma, dónde está y en qué se diferencia de nuestro cuerpo?
2) Si todo es energía y ésta existe
desde siempre y el mundo, el universo mismo y nosotros somos energía
¿eso es Dios y somos parte de él, la parte consciente?
He aquí la revolución que significa la teoría cuántica.
La vida al borde del CAOS
Desde
que nuestro amigo Newton formuló sus leyes supuestamente universales,
la ciencia se ha basado en la llamada mecánica clásica y el método
científico de hipótesis, experimentación y comprobación. Es decir, la
ciencia se basa en la posibilidad establecer leyes. Hasta ahora, el
desarrollo y el progreso se basan en la ciencia, y la ciencia a su vez
se basa en la posibilidad de hacer modelos, es decir, esquemas donde las
cosas se repiten, donde los hechos se pueden predecir, donde a través
de actos individuales deducimos actos universales.
Esto
se basa en la creencia tradicional de que el pasado tiende a repetirse;
es decir, lo que ha pasado antes, seguirá pasando así (método
científico). A esto lo podemos llamar también métodos lineales, que se
pueden predecir con ecuaciones lineales. Toda la confianza de la
humanidad, desde hace 250 años, está puesta en la ciencia y sus
predicciones lineales, ya que así nos sentimos en un mundo seguro y con
sustento.
La teoría de Caos,
propuesta por el meteorólogo Lorenz, nos dice: la regla es que no hay
regla; es decir, nos presenta sistemas caóticos o NO lineales; es decir,
sistemas donde el pasado no establece ninguna regla para el futuro. Nos
enfrenta al hecho de que no todo es predecible; peor aún, demuestra que
casi todo aquello que nos parece lineal y esquemático, es en realidad
caótico a largo plazo y entonces el caos es la base de la existencia.
Imaginemos
lo siguiente: una mesa de billar con la bola blanca y la bola ocho y
pensemos en un problema típico de la materia de física de la secundaria.
Si yo golpeo la blanca, que tiene cierto volumen y masa a cierta
velocidad con un taco de cierto tamaño, a determinada inclinación, con X
fuerza y en una determinada dirección; la bola seguirá cierto recorrido
hasta impactar con la otra produciendo su desplazamiento. En teoría y
bajo los esquemas clásicos, si yo pudiera en laboratorio repetir este
acto mil veces con las mismas características la bola blanca haría el
mismo recorrido de forma idéntica hasta impactar con la ocho de la misma
forma y producir en ella el mismo desplazamiento.
Pues
esto es totalmente falso y lo más probable es que casi nunca se de el
mismo efecto. ¿Por qué? Supongamos que hay una minúscula pelusa de
fieltro que se interpone en el camino de la bola blanca; nada grave en
apariencia. Pues eso puede cambiar todo de forma insospechada, quizás no
a corto plazo, pero si la mesa de billar fuera cósmica, enorme,
comenzaríamos a ver el caos causado por un factor insignificante.
Eso
mismo pasa con el clima, ciencia en la que Lorenz comenzó a desarrollar
la teoría del caos. El clima es impredecible por que hay muchos
factores y la más mínima alteración de variables puede generar cambios
insospechados. Es por eso que se suele resumir la teoría del caos con la
famosa frase: “El aleteo de una mariposa en Australia puede generar un
ciclón en Tokio”…, el Efecto Mariposa.
Apliquemos
esto al universo, es más limitémonos a nuestro sistema solar del cual
creemos saber todos sus movimientos y pensamos que los planetas siguen
una órbita trazada con cierto movimiento y que nunca harán colisión unos
con otros. Pues con los planetas pasa como con los electrones y sus
saltos cuánticos: dicen los que saben que si proyectamos el movimiento
de Plutón y Saturno a miles de años, en efecto, permanecen en orden,
pero si la proyección es a millones, resulta que chocan entre si; de
hecho, a muchos millones chocan todos los planetas del sistema.
¿A
qué nos lleva esto? A entender que lo que llamamos orden es sólo una
ilusión cronológica. Los sistemas lineales y ordenados lo son por un
lapso, pero proyectado a futuro resulta que no hay orden, simplemente es
imposible predecir qué pasará a partir de cierto punto, pero el caos se
hace cada vez más caótico.
Entonces
digamos que el efecto CAOS es simplemente la teoría de que la más mínima
variación al nivel más bajo, terminará por provocar cambios
impredecibles. Un error de un dígito en el decimal 40 de una operación, a
la larga, generará inestabilidad incontrolable. Esto aplica a todos los
niveles de la vida y nos lleva a la terrible conclusión de que el orden
no existe, por lo tanto la naturaleza no es tan perfecta, de hecho no
es nada perfecta; así es que no hay orden cósmico.
En
términos científicos significa que nada es predecible a la larga; en
términos religiosos significa que no hay plan divino, y en términos
filosóficos significa que la vida no tiene sentido; el mundo es
incognoscible. O la base de todo, tal y como dijo Anaximandro hace más
de 2,500 años, es el APEIRÓN…, es decir: lo INDETERMINADO.
Fuente: La Caverna de Zunzu
No hay comentarios:
Publicar un comentario