Las neuronas no se regeneran: un mito derrumbado.

 
 
 Durante varias décadas creímos que las neuronas no tenían la 
posibilidad de regenerarse. Nos lo decían los libros, aparecía en muchos
 documentales y aún hoy, aparece en la web. Sin embargo, esta afirmación
 es falsa y las neuronas sí se regeneran.
 
 Hoy vamos a hablar 
sobre la neurogénesis, un interesante proceso descubierto hace muy pocos
 años que derrumbó el viejo dogma de que las células del sistema 
nervioso central no se regeneran.
 
 Las neuronas
 
 Comencemos por ver a qué llamamos neurona. Una neurona es una célula 
altamente especializada que se encarga de transmitir información 
mediante los neurotransmisores. Se encuentran en el S.N.C. (sistema 
nervioso central) del cual son parte fundamental y existen diferentes 
tipos, cada uno con diversas funciones específicas.
 
 La neurogénesis
 
 También conocida como el nacimiento de nuevas células cerebrales, la 
neurogénesis es el proceso de generación de nuevas neuronas y células 
gliales, osea, de nuevas células cerebrales.
 
 Durante mucho 
tiempo se sostuvo con firmeza que las células cerebrales no eran capaz 
de volver a generarse luego de culminado el desarrollo de un organismo.
 No obstante, ciertas investigaciones llevadas a cabo en las últimas 
décadas han puesto de cabeza la teoría y han determinado que en efecto, 
la neurogénesis  continúa aún después de completarse el desarrollo de 
los organismos, y así sucede a lo largo de toda la vida en organismos 
tanto vertebrados como invertebrados. 
 
 Diversos ejemplos de 
este proceso fueron evidenciados en el hipocampo de mamíferos, aves, 
insectos, roedores y crustáceos. Pero la llamada neurogénesis adulta 
pareciera ocurrir únicamente en el hipocampo, el bulbo olfativo y en 
gran medida sobre el epitelio olfativo.
 
 Investigaciones 
científicas llevadas a cabo en la Universidad de Princeton, EEUU, 
determinaron que nuevas neuronas se generan continuamente en la corteza 
cerebral de monos adultos en tres áreas de esta.
 
 Esas áreas son
 la región prefrontal, temporal inferior y parietal posterior. Dadas las
 enormes similitudes entre el cerebro de estas criaturas y el de los 
seres humanos, los investigadores señalan que lo mismo ocurriría con los
 humanos y además, se muestran optimistas en cuanto a la posibilidad de 
que nuevas investigaciones sean capaces de descifrar este hecho por 
completo.
 
 Partiendo de allí, se podrían encontrar nuevas 
soluciones a problemas médicos y enfermedades como el síndrome de 
Alzheimer o el mal de Parkinson.
 
 Fuente: Ojocientifico.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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