Mientras tanto, también en Venezuela, en
el estado de Zulia, en la Sierra de Perijá, en la comunidad indígena de
Chaktapa, fue velado y enterrado un hombre de abajo, de esos que no
convocan a los medios de comunicación, de esos los que no son aclamados
por multitudes, de esos a los que muchos someten al olvido y al
silencio. Sabino Romero, luchador del pueblo indígena Yukpa, asesinado
el pasado 3 de Marzo, asesinado por defender el territorio Yukpa frente a
los ganaderos y terratenientes, frente a los capitales del carbón,
frente a un Estado que se aclama “revolucionario” y a la par protege a
hacendados, terratenientes, y concesiona el territorio indígena a
capitales del sector energético transnacional, un Estado, que se
proclama “revolucionario”, mientras que para
los pueblos indígenas solo tiene olvido, despojo, cárcel, muerte,
impunidad y silencio. El velorio de Sabino, el otro muerto, que no es
famoso, ni televisado, se dio con presencia y vigilancia militar, del
ejército “revolucionario” bolivariano de Venezuela.
Este funeral no fue televisado, no
convoco la aclamación de las multitudes de la izquierda latinoamericana,
no convoco a las cadenas televisivas del mundo, ni a presidentes y
jefes de Estado. Este funeral, fue un funeral de abajo, de los que
luchan y mueren en el anonimato, entre susurros que no olvidan, y que no
perdonan, asesinados por los dueños del dinero que son protegidos por
el poder aunque se diga “revolucionario”
¡Que la tierra te sea leve hermano, que te arrope y te reciba como lo mereces, como la luchaste y defendiste hasta morir!
Ha muerto un héroe en Venezuela, y
no hicieron falta “extrañas” técnicas de inducción al cáncer. Un
pistolero bastó. Como en los otros casos de indígenas asesinados en los
últimos años, con total impunidad.
Pronunciamiento de nuestros compañeros anarquistas del periódico El Libertario:
“Durante la noche del 03 de marzo de 2013
fue asesinado en la carretera de Chaktapa, en la Sierra del Perijá, el
cacique yukpa Sabino Romero, conocido por su defensa de los derechos del
pueblo yukpa. Desde el 13 de noviembre de 2003, fecha en que el
presidente Hugo Chávez anunció en El Menito, Lagunillas, la triplicación
de la explotación del carbón a 36 millones de toneladas métricas
anuales en territorios habitados por diferentes etnias aborígenes,
Sabino Romero fue parte de las comunidades indígenas que se movilizaron
para rechazar las consecuencias en sus territorios de la expansión de la
megaminería en la región. La lucha de Sabino se enfocó a lograr la
demarcación y titularidad de los territorios indígenas, para lo cual
realizó diferentes movilizaciones tanto en el estado Zulia como en
Caracas, utilizando diferentes métodos de lucha, entre ellos la acción
directa y la ocupación de tierras indígenas en manos de ganaderos.
Los niveles de autonomía de Sabino Romero
en su lucha motivaron una estrategia compartida entre todos los
factores de poder regionales y nacionales interesados en continuar la
explotación de las tierras indígenas. En el año 2009 dos comunidades,
una de ellas con Sabino Romero, ocuparon una finca en Chaktapa, Zulia,
para rechazar el estancamiento del proceso de demarcación. El ejecutivo
nacional inició una estrategia para dividir a los ocupantes, y en un
hecho oscuro, 3 indígenas fueron asesinados. Aquello fue la excusa
perfecta para retomar militarmente la finca y criminalizar a Sabino
Romero, quien duró 18 meses en prisión acusado del homicidio en el
hecho. Mientras los ganaderos lo acusaban de ser un “robaganado”, medios
privados de la región arreciaban la guerra sucia contra la lucha
indígena, con el apoyo de aliados en Caracas: el ministro de Interior y
Justicia Tareck El Aissami y la ministra de pueblos indígenas Nicia
Maldonado. Mientras el chavismo burocratizado distraía la lucha indígena
con dilaciones, excusas y espectáculos mediáticos cada 12 de octubre,
otros sectores del chavismo aislaban a Sabino Romero y los yukpas de la
solidaridad de otros movimientos sociales y revolucionarios
independientes del control de Miraflores. La estrategia, desde todos los
frentes, era realizada por todos y cada uno de los beneficiarios de la
economía primario exportadora de minerales y energía en el país.
El asesinato de un luchador yukpa intenta
encubrirse con versiones oficiales que intentan distraer la atención de
los verdaderos responsables. Estas versiones cuentan la amplificación
del periódico oficialista Panorama, conocido por las generosas pautas
publicitarias recibidas por las estatales PDVSA, Corpozulia y
Carbozulia, y avalada por los organismos policiales y militares, los
mismos que han venido atropellando a las comunidades indígenas de la
Sierra del Perijá en complicidad con los ganaderos de la zona. Es muy
significativo que el plan de asesinato que Sabino venía denunciando se
perpetrara ahora que el estado Zulia está bajo el control político del
bolivarianismo. Como en el caso de otros luchadores sociales asesinados
los escándalos mediáticos oficiales serán un aval para la impunidad.
La lucha de Sabino Romero enfrentaba, de
fondo, al modelo de desarrollo basado en la extracción y
comercialización de recursos petroleros, gasíferos y minerales al
mercado mundial, rol asigando a Venezuela por la globalización
económica. La profundización del capitalismo petrolero estatal soslaya
las consecuencias sobre el medio ambiente, así como a las comunidades
campesinas e indígenas. La verdadera causa del estancamiento de la
demarcación y entrega de tierras indígenas es que en ellas se asientan
los recursos minerales a ser exportados. Por ello la resistencia de
Sabino era una resistencia al modelo. Por ello había que quitarlo de en
medio, de cualquier manera. Por ello se suman 13 yukpas muertos, todos
impunes hasta el día de hoy. Y como se demostró en el juicio contra las
organizaciones que apoyaban su lucha (Homoetnatura y Provea), había que
restarle todos los apoyos posibles.
Desde El Libertario rechazaremos y
denunciaremos en todos los espacios a nuestro alcance el asesinato de
Sabino Romero, y continuaremos difundiendo tanto las luchas indígenas
como el resto de luchas sociales en el país con niveles de autonomía.
Sabino se une a la lista de luchadores asesinados durante el gobierno
bolivariano por defender sus derechos, junto a Mijaíl Martínez, Luis
Hernández, Richard Gallardo y Carlos Requena. La única polarización que
los anarquistas reconocemos es entre gobernantes y gobernados, entre
poderosos y débiles, patrones y trabajadores, en fin, víctimas y
victimarios. Por ello no pediremos nada a sus victimarios y no esperamos
nada de su pantomima de “justicia”, ni de las lágrimas de cocodrilo de
los burócratas que condujeron a Sabino al cadalso. Como ayer, hoy y
mañana seguiremos movilizados con todos aquellos quienes luchan en el
país contra el poder, esperando el día que la sangre de los nuestros
pueda ser reivindicada y vindicada.
Fuente: grupotortuga.com
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