Día lunes,
primer día del mes de Abril, año 2013. El tráfico matutino que se
concentra en la autopista México-Pachuca es por lo menos resaltable
considerando que muchas de las personas de la ciudad de México siguen de
vacaciones de semana santa. Después de un buen rato de preguntarse el
por que de dicho trafico se hace presente el motivo: Una manifestación
pacifica de un grupo de pueblos unidos de hidalgo, que a pie utilizaban
uno de los únicos dos carriles funcionales en ese tramo de la autopista
(que ya lleva en obras de ampliación desde hace años, no se ve para
cuando este terminada).
Dicha
agrupación en estos momentos se encuentra bloqueando la secretaria de
gobernación en demanda de que se concluya la construcción de una
carretera importante y otras cosillas.
El día de hoy
además tenemos la situación de la toma de la prepa 6 por un grupo de
encapuchados que en un primer acercamiento parecen estar en contra de la
instalación de cámaras dentro de las instalaciones (cámaras que de
todas formas se instalaran, ya verán).
La agrupación y
posterior manifestación de los pueblos e individuos con finalidades
comunes no es sorpresivo. En nuestro país y sobre todo en la ciudad de
México somos bastante concientes de la propensión de agrupaciones para
solicitar la atención de los gobernantes, desde pueblos unidos,
maestros, productores, vendedores, estudiantes, etc.
Más sin embargo
valdría preguntarnos objetivamente ¿Cuántas de estas manifestaciones
tienen una real repercusión en la opinión pública o en la depredadora
gobernabilidad de los poderosos?
Ciertamente las
manifestaciones tienen una relevancia, sin embargo creo que no poseen
una relevancia considerable a los gobernantes, que son quienes se supone
que pueden resolver sus inquietudes.
Pensemos en
cualquier manifestación; después de días de movilizaciones y soportar y
batallas con la fuerza pública, ¿Lograron su fin último? ¿Los maestros
en Oaxaca, logran alguna vez sus objetivos definidos? ¿Las
manifestaciones civiles, logran que el gobierno defina realmente una
estrategia contra la violencia? ¿Las mujeres son realmente consideradas
en la ley después de sus manifestaciones?
Penosamente
hemos logrado llegar a un punto en el que al gobierno no le interesa en
lo más mínimo este tipo de manifestaciones y si la opinión pública es
capaz de denunciar cualquier movilización como correcta o justa, el
gobierno sencillamente aplica uno de sus mayores trucos: dar simples
migajas y esperar que la movilización se disperse.
Y es que la
estrategia de los poderosos es funcional en la mayoría de las
situaciones, por ejemplo con los maestros, supongamos que el sindicato
solicita un aumento de salario del 10% que haciendo sumas es justo y
necesario por el tiempo trabajado; después de semanas de cerrar
carreteras, hacer marchas, cercar instalaciones gubernamentales,
sencillamente el gobierno decide mandar a un representante para negociar
el cese de manifestaciones. Después de días de negociaciones el
gobierno ofrece un aumento del 4% y si quieren; los maestros se
conforman y así termina la movilización a través de migajas a los
trabajadores y algún que otro bono al líder sindical. Lo mismo pasara
dentro de un par de meses pues las demandas no fueron cumplidas
realmente y empezamos otra vez.
Esto, damas y
caballeros lo vemos todos los días. El plan de acción de los poderosos
no se decanta por la solución de problemáticas y el mejoramiento de las
clases trabajadoras y sociales, si no más bien a actuar rápido, callar
movilizaciones y proporcionar pequeños placebos para mantener a la gente
tranquila. Una tendencia por demás peligrosa, dado que las personas han
mostrado tener una gran paciencia a la hora de exigir sus derechos,
pero ¿Cuánto más aguantaran con simples soluciones tan a la ligera?
Ya imagino que
deben pensar los sujetos en el poder: que se callen y lo que pase
después, será problema de otro, yo acabo mi mandato y me largo. Así se
maneja la política y el poder en nuestra nación (y en el mundo) todo se
basa en la apariencia, en la sencilla apariencia de estabilidad que
tiene un gobernante, cuando en realidad, los ánimos siguen acumulándose,
como el vapor en la olla Express que de un momento a otro, será
inevitable que explote.
Otra de las
tendencias reprobables del gobierno en cuanto a las manifestaciones es
la de complacer a las movilizaciones cuando se trata de mantener la
imagen de estabilidad (aunque de paso, no atender las causas reales de
las movilizaciones); así podríamos referirnos a los sindicatos de
maestros en Oaxaca que por lo menos un par de veces al año se dedican a
hacer manifestaciones dejando a la juventud de todo el estado sin
clases. ¿Acaso harían los maestros tantas manifestaciones si no se les
concediesen grandes beneficios? ¿Por qué el gobierno no procura resolver
el problema de raíz, de una sola vez? ¿No seria más sencillo atender
las causas y evitar que los maestros se sigan sintiendo con derecho de
hacer lo que deseen? Y agarrense, sus manifestaciones continuaran y se
harán mas grandes y mas ofensivas.
Al fin y al
cabo, algo es seguro, el verdadero afectado por las movilizaciones de
los grupos no son otros que la misma población, la misma población que
día a día actúa como juez para definir si una movilización es justa o es
solo el capricho de algún dirigente.
¿Qué culpa
tiene la ciudadanía que no se queja de nada, que vive al día, que no
exige sus derechos o que ni quiera los conoce, de las demandas de estas
agrupaciones? Ninguna y sin embargo son quienes llegan tarde a su
trabajo, son los que se estresan el trafico, son los que ven su ya de
por si deplorable calidad de vida, aun mas soslayada por estas
movilizaciones, movilizaciones que al fin y al cabo ¡NO AFECTAN EN LO
MAS MINIMO A LOS PODEROSOS!
¿Significa que
no deberíamos manifestarnos? En lo absoluto, las manifestaciones son
necesarias para mostrar el poder público y político, para reunir a los
miembros; mas sin embargo, hacerlo a cada rato le resta mucha de su
importancia. Hoy en día, todos los días hay marchas, donde todo mundo se
queja de todo.
¿Vale la pena
la manifestación pacifica entonces? En cierto grado, más si queremos
resultados reales, será necesario idear nuevas formas de presión y de
retomar esa legitimidad que a la población le corresponde como poseedora
del poder.
Y si tu
sencillamente estas en contra de las movilizaciones por que no sabes ni
que pasa, no te preocupes, sencillamente quédate en casa y sigue
emocionado con el clásico de fútbol mexicano, pero eso si, piensa que el
que esta en la calle manifestándose, quizás busca un beneficio no solo
para el, si no para todos, si no para ti también.
La reflexión del día… ¡vivan felices!
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Sísifo
@adrian_l_m
Fuente: el5poder
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