miércoles, 31 de julio de 2013

El Maltrato Verbal Lastima tanto como el Abuso Sexual.

Tus palabras tienen poder, usalas sabiamente.
Por  William J. Cromie
Academia Americana de Expertos en Estress Traumático.

Palos y piedras pueden romper mis huesos,
pero los apodos nunca me dañarán...

Esta rima infantil tan repetida está equivocada, según  los Psiquiatras de la Universidad de Harvard. Reñir, insultos, gritar, culpar, insultar, amenazar, ridiculizar, maldecir y criticar pueden ser tan dañinos como el abuso físico, el abuso sexual fuera de casa, o presenciar abuso físico en el hogar, hacia notar un artículo en la edición de abril de la Carta de Salud Mental de Harvard.

El reporte sugiere que, cuando el abuso verbal es constante y severo, crea el riesgo de desorden de estress post-traumático, el mismo tipo de colapso psicológico experimentado por las tropas de combate en Irak. La investigación en la que se basa el reporte apunta a que niños que son objeto de frecuente maltrato verbal exhibien altas tasas de agresión física, delincuencia, y problemas sociales en comparación a otros niños.

Muchos estudios ligan el abuso físico y sexual a efectos duraderos en el cerebro y el comportamiento, pero el maltrato emocional no ha recibido la misma atención. "La exposición a la agresión verban ha recibido poca atención como forma expecifica de abuso," notaba Martín Teicher, profesor asociado de psiquiatría en el hospital McLean, un centro psiquiatrico afiliado a Harvard. "Esto a pesar del hecho de que un estudio nacional encontró que el 63 por ciento de los padres estadounidenses informaron de uno o más casos de agresión verbal, como maldecir e insultar a su hij@."


Otros investigadores han asociado el abuso verbal en la infancia con un significativo riesgo de desarrollar personalidades inestables, irritables, comportamiento narcisista, desordenes obsesivos-compulsivos, y paranoia. "El abuso o maltrato verbal puede incluso tener consecuencias más duraderas que otras formas de abuso, porque a veces es más continuado," decia Teicher. "Y en combinación con el abuso físico y la negligencia puede producir las más graves consecuencias. De cualquier modo, las agencias de protección a la infancia, los doctores, y los abogados están más preocupados por el impacto y prevención del abuso físico o sexual."

Esta situación impulsó a Teicher y a tres colegas - Jacqueline Samson, Ann Polcari, y Cynthia McGreenery - a hacer un estudio comparando el impacto del abuso o maltrato verbal en la infancia en presencia y ausencia de abuso físico y sexual y la exposición a violencia familiar.

Molestar vs. Maltratar

Reclutarón a 554 jovenes, de 18 a 22 años, quiénes respondierón a los anuncions. Al rededor de la mitad de ell@s erán mujeres y la mayoría erán blanc@s. Tod@s llenaron cuestionarios acerca de infancias infelices y abuso verbal.

Típica en las respuestas está el ejemplo de Angela, una chica de 18 años recién ingresada al colegio quién se enroló en el estudio despues de ver un anuncio en un vagón del metro para personas que tuvierón una infancia infeliz. "Esta es la primera vez  que he pensado de estas cosas en años," decia Angela, "y la primera vez que hablo de ello."

Los investigadores encontrarón que, el abuso o maltrato verbal, tenía un efecto tan grande como el maltrato físico o el maltrado sexual no domestico. La agresión verbal por sí sola resulta ser un riesgo particularmente fuerte de depresión, irritabilidad-hostilidad, y desordenes de disociación. Estos últimos involucran una ruptura de una función mental particular del resto de la mente. En un tipo de disociación, la persona no puede recordar parte de su historia personal. Otros tipos involucran alucinaciones, sensaciones de ser irreal o inestable, inconscientemente convertír emociones dolorosas en síntomas físicos, y personalidades multiples.

"Nuestros descubrimientos aunmentan la posibilidad que la exposición a agresión verbal puede afectar el desarrollo de ciertas areas vulnerables del cerebro en individuos susceptibles," alerta el gropo de Teicher. "Alternativamente, tal exposición en la infancia puede poner en vigo un modelo negativo de gran alcance para las relaciones interpersonales." Unas posibles consecuencias de este pueden incluír apegos inseguros a otr@s, sentimientos negativos acerca de uno mismo en relación a los demás, pobre funcionamiento social, y autoestima y estrategias de afrontamiento reducidas. Peor aún, dice Taicher, "tales posibilidades no son mutuamente exclusivas."

Como la todavía no publicada investigación de Taiche muestra, en efecto, exposición a abuso o maltrato verbal afecta ciertas areas del cerebro. Estas areas están asociadas con el IQ verbal y  síntomas de depresión, disociación, y anciedad.

Violencia en casa

Los efectos del abuso o maltrato verbal fuerón peores que presenciar serios casos de  violencia domestica y tan serios como el abuso sexual fuera de casa,  pero no tan graves como el abuso sexual por un miembro de la familia. De 54 personas en el estudio que presenciarón violencia domestica, 35 vierón a sus madres ser amenazadas o agredidas. Venintitres presenciarón el maltrato de sus herman@s. Trece de estos ataques involutrarón golpizas severas.

Es posible, apunta el equipo, "que la exposición al abuso emocional, físico, o sexual doméstico es mayor en familias con enfermedades mentales. Así factores géneticos pueden contribuír los niveles más altos de síntomas que encontramos en sujetos expuestos a abuso doméstico."

Por otro lado, notarón que en una grado general los problemas psicológicos encontrados erán probablemente más bajos en sujetos con estudios universitarios, de clase principalmente media-alta que los encontrados en la población en general.

El mensaje para llevar a casa es que una ásperesa o palabras de enojo no van a traumátizar a un niño de por vida. Sin embargo, los frecuentes maltratos verbales podrían ser tan malos como palos y piedras que rompan sus huesos.

Fuente: AAETS

Traducción: el Mudo

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