Muchos aún creen que la opinión pública existe y no es así. La opinión pública se produce y se conforma según conveniencia. Se trata de una mera construcción realizada mediante los medios de comunicación que, en la actualidad, son auténticos dispositivos de poder.
La opinión pública es simplemente el público que sostiene el espectáculo. De hecho es lo que en la práctica hemos comprobado. El uso de internet al permitir mostrar otras verdades hace saltar por los aires la construcción política de la opinión pública. La fuerza política que surge de las plazas no tiene nada que ver con la opinión pública, sí con una interioridad común que todos presentimos.
Esta interioridad común es el propio querer vivir cuando se gira sobre sí mismo, es decir, cuando comprende su dimensión colectiva. Nadie sabe qué puede la interioridad común cuando se exterioriza como desafío frente a la inexorabilidad de lo que hay.
Si estás conectado con tu interioridad común, entonces seguramente te darás cuenta que nuestros mayores enemigos son los viejos discursos políticos, el aburrimiento, y el miedo al vacío.
Fuente: Emma Lewis
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