¡Ahhh México! en el ombligo de la luna, una nación
forjada desde las épocas antiguas con el símbolo de la virtud devorando
al ego (el águila devorando a la serpiente) un país sumamente desigual
en muchos aspectos.
Tenemos en esta nación, la pésima costumbre de
considerarnos una nación en vías de desarrollo, siendo que en términos
económicos somos un país tercermundista. ¿O de que otra forma se le
puede considerar a una nación cuyo salario mínimo es de menos de 60
pesos y no alcanza para las cosas básicas?
El capitalismo ha logrado crear una sociedad que
únicamente ronda alrededor del dinero y la obtención de valor a través
de los medios que sean necesarios. No tendría que sorprendernos
entonces, la desmedida ambición por parte de los poderosos, que son
capaces de hacer lo que sea con tal de conseguir mas dinero (poder).
Fue hace tan solo unos años aquella época mágica en
la que el salario mínimo a pesar de ser risible alcanzaba para poder
cubrir la necesidad básica de las personas que es la alimentación. Hoy
en día, sabemos lo que pasa, aunque a veces se nos olvide viendo la
televisión y los partidos de futbol; ¡si ganas el salario mínimo o poco
mas, no alcanza para nada!
Y es que la misma sociedad que tanto defendemos,
que tanto promovemos nos ha llevado a pensar que el dinero es el
elemento primordial que da importancia a cualquier ente. Al punto en que
aquella persona que no trabaja y gana dinero es un vago o sencillamente una persona carente de valor.
Un ejemplo clarísimo de la idolatría de las
personas hacia su dios el dinero se nos muestra cuando vemos las
diversas modas que se suscitan en el norte y que llegan a nuestra
capital en forma de los famosos corridos y ritmos alterados; fantasías
de pubertos que tienen “trokas” y beben buckanan’s. Aventuras de
derroche de dinero y de conseguirlo de forma fácil es ya una de las
metas de un sinfín de jóvenes que ya no consideran el siquiera estudiar o
trabajar honradamente.
Como puede una sociedad como la nuestra pensar, que
está realmente luchando contra la delincuencia si no es capaz de
atender la raíz de tan grave problema, la falta de atención,
oportunidades y educación que los jóvenes sufren todos los días.
Y así tenemos un sinfín de personas que prefieren
intercambiar su tranquilidad y libertad por ganar unos cuantos pesos.
Pero ¿Acaso se creen más libres aquellos que tienen un trabajo fijo?
Muy a mi pesar, noto todos los días que con las
declives económicas, más y más personas ya pasaron de ir a trabajar con
la finalidad de conseguir dinero para cumplir sus sueños u objetivos; ya
se ha vuelto más una costumbre que ni siquiera se dan cuenta
que en muchas ocasiones solo ganan lo suficiente para seguir asistiendo
a su trabajo. ¿Qué finalidad tendría el trabajar de esa forma?
Las personas siguen levantándose temprano para ir a
trabajos que detestan para ganar tan poco dinero, que solo alcanza para
seguir trabajando y sobrevivir. Sobrevivir y trabajar consumiendo lo
que los monopolios desean que consuman, triste, triste existencia
¡Bienvenidos a la nueva esclavitud!
Yo de momento me despido, pero recuerden por favor.
No vivan para trabajar, trabajen para vivir lo que quieren vivir. Y
como diría una letra que escribí hace tiempo: “Los medios te han
engañado, te imponen en esta era: busca a tu nuevo dios, que ahora vive
en tu cartera”
¡Saludos a todos!
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Sísifo
@adrian_l_m
Fuente: el5poder
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